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Diciembre, uno de los mejores meses para el S&P 500 desde 1950

 

“Too Fast, too Furious”. Película de acción, estrenada en 2003

El final de año nos brindó un fuerte rally de todo, bolsas y bonos, actitud de “risk-on” y exuberancia en las rentabilidades, con movimientos al alza de los principales índices bursátiles superiores al 15% desde los mínimos marcados en octubre. También la renta fija, si la medimos por el índice global agregado de Bloomberg, ha subido cerca de un 10% en el mismo período. La variable común, que puede explicar los movimientos de los distintos activos, fue el giro de la política de comunicación de los banqueros centrales, que comienzan a sentirse confiados con las menores cifras de inflación y se atreven a hablar de posibles bajadas de tipos para este año.

Los mercados a veces son muy reactivos, y tras pasar muchos meses con el mantra de “higher for longer”, (tipos más altos durante más tiempo), ven luz al final del túnel y comienzan a especular sobre la intensidad de las bajadas de tipos y cuándo se producirán las mismas. Por más que esperáramos una situación parecida, y que hayamos estado al acecho de se produjera el giro, “el pivot” de FED y BCE, la intensidad de la reacción del mercado ha sido mucho más fuerte de lo esperado. El bono a 10 años americano, que estaba en el 5% causando problemas y reacciones no deseadas en los mercados, cerraba el año a las puertas del 3,85%.

Cuando suceden cambios paradigmáticos, suele ser una máxima de las finanzas, o de la psicología del inversor, el pasar por una fase de euforia inicial, para luego caer en una fase de desilusión y por último una fase de confirmación de tendencia. A juzgar por lo visto en estos últimos meses, posiblemente hayamos pasado por el primer punto. A partir de ahora, existen dos alternativas, ambas no necesariamente ilusionantes: si los bancos centrales no bajan tipos tan fuerte y tan rápido como se espera, provocará una vuelta del mercado y si, por el contrario, los bancos centrales bajan agresivamente los tipos, en nuestra opinión, será porque haya comenzado a fraguarse una ralentización económica severa con caída del empleo, por lo que la evolución de las bolsas sería, en ese caso, decepcionante.

En cualquier caso, no debemos de olvidar la visión a largo plazo, que los niveles actuales de tipos son atractivos para los inversores de renta fija, que los incrementos de productividad, el poder de fijación de precios y las mejoras tecnológicas hacen que la senda de incrementos de beneficios lleve a las bolsas al alza. Sin embargo, esto no se produce sin episodios de volatilidad. Sin ir más lejos, este año el S&P 500 o el Eurostoxx 50 han tenido momentos de caída del 10% entre los meses de julio y octubre. Son esos momentos los que definen las rentabilidades de las carteras, donde hay que saber en primer lugar, planificar, esperar y buscar oportunidades de compra, utilizando la volatilidad a nuestro favor. Un ejemplo de ello ha sido la evolución de nuestro fondo Welzia Capital Sub-Debt, que supo aprovechar los momentos de tensión del activo tras la caída de Credit Suisse, para invertir y terminar el año como mejor fondo de su categoría.

Antes de acabar, nos gustaría hacer un apunte importante del año que termina. El 2023 nos dejó una evolución fortísima de la tecnología y de las FANG. Para hacernos una idea de cómo han influido en los índices, no hay nada mejor que un ejemplo: si el índice S&P 500 cerró con una rentabilidad total del 26,3%, un 16,3% proviene del rendimiento de 7 acciones (Apple, Microsoft, Google, Amazon, Nvidia, Tesla y Meta), el resto, las 493 acciones restantes, aportaron solo un 10% al S&P 500. Así que, para el 2024, quedará de nuevo el reto de saber si seguirá su preponderancia en el mercado, acumulando peso en los índices a niveles no vistos en décadas, o si por el contrario podrían sufrir algún revés que les lleve a perder parte del atractivo de los últimos meses. En nuestra opinión, seguimos pensando que la gestión activa merece la pena y que los riesgos de concentración aconsejan no focalizarse en unas pocas compañías después de un rally tan fuerte como el vivido en 2023. Visto con otro ejemplo, tan solo Microsoft y Apple pesan más que los sectores de Energía, Real Estate, Utilities y Materiales de forma combinada en el S&P 500.

En nombre de Welzia Management, les deseamos un feliz y próspero 2024.