- 10/02/2023
- By welzia
- Informes mensuales
- recesión
¿Y la recesión? mensajes contradictorios en los datos económicos
Puedo calcular el movimiento de los cuerpos celestes, pero no la locura de las personas. Isaac Newton
Las últimas semanas siguen mostrando una fuerte dicotomía en cuanto al análisis económico se refiere, con mejoras en datos económicos, encuestas y sentimiento general (al calor del fin de la política del Covid-0 en China y la mejor situación energética europea) por un lado, y mayores señales recesivas, con inversión en curvas, caídas en indicadores adelantados, y menor consumo de bienes por el otro.
En Europa, el invierno (hasta la fecha) no está siendo crudo y los inventarios de gas se mantienen por encima de la media de los años anteriores, permitiendo alejar el fantasma de la crisis energética y el racionamiento de energía. Esto aleja el peor escenario para la producción industrial y permite una mejor visibilidad en cuanto al incremento de precios para los próximos meses.
En China, tras el hartazgo de la población, se produce el levantamiento de las limitaciones de la llamada política de Covid-0 y el año nuevo chino trascurre sin incidentes. Regresa la movilidad y es de esperar, tal y como ocurriera en otras zonas geográficas, que la demanda insatisfecha acumulada en este tiempo se canalice hasta el consumo, sobre todo de servicios: turismo y ocio. Parte de este consumo terminará en otras zonas geográficas, pero posiblemente esta apertura tenga más de consumo interno que exterior.
Así que tenemos dos noticias positivas animando a los mercados, tres, si contamos con la esperada caída de la inflación en los próximos meses. Y, sin embargo, los bancos centrales (y aquí empezamos con las malas noticias) seguirán subiendo tipos en el futuro cercano. La obsesión de Powell, Lagarde y cía es evitar los efectos de segunda ronda, y limitar la demanda para reducir la presión en precios. Pero, dado el retraso con el que los movimientos de tipos de interés se filtran a los agentes económicos, es de esperar que los efectos del endurecimiento financiero se hagan sentir bien entrado el año 2023, provocando un menor crecimiento en los próximos meses.
¿Y la recesión? Algo que hace unos meses casi se daba por hecho, parece que se aleja en el tiempo, sobre todo en Europa. Pero si nos fijamos en Estados Unidos, vemos nuevamente mensajes contradictorios. La curva sigue invertida en todos sus tramos, y en niveles históricos. Los “leading indicators” tras su caída en el último mes, siguen señalando una contracción económica en el futuro próximo, las manufacturas, medidas por ISM o PMI siguen en territorio contractivo, quizá afectadas por la fortaleza acumulada del dólar en los últimos tiempos.
Los mercados, comienzan enero centrándose en las noticias positivas, provocando un fuerte rally en los mercados europeos y asiáticos, y en general, en todos los productos de riesgo: bolsas, crédito y bonos de gobierno (como ven, las correlaciones siguen altas entre activos). La caída de la inflación abre la puerta a que algunos agentes comiencen a descontar menores subidas de tipos en el futuro, y a esas expectativas se agarra el rebote de todos los sectores más “growth”, que comienzan enero con espectaculares revalorizaciones. La cruz se la llevan los sectores defensivos, salud, utilities, alimentación y bebidas, etc. que, no solo no participan del tirón bursátil, sino que finalizan el mes en negativo.
Los resultados empresariales siguen mostrando una desaceleración, con Apple como muestra, fallando frente a las estimaciones de beneficios por primera vez desde 2016. En líneas generales, los resultados no son malos, pero muestran claramente un signo de fatiga, con respecto a los de trimestres anteriores.
La prudencia por la que abogábamos a finales de año no ha resultado ser una buena estrategia inversora en este comienzo de 2023. Los niveles de entrada se alejan y se acercan los niveles objetivos de venta. Con tantas dudas en el horizonte, es difícil justificar un rally continuado. Creemos que los mercados podrían tener una pausa en las próximas semanas, mientras digieren los últimos datos macro tan discrepantes.