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Los tipos tendrán que seguir subiendo

Toma, oh divino Ulises, este zurrón, que contiene todos los vientos, y en él atesora el viento que empuja tu nave y te conduce felizmente a tu hogar querido. (La Odisea, Libro X, línea 23-26).

En el capítulo décimo de la Odisea, Ulises llega a la isla de Eolo el dios del viento, el cual, impresionado por la astucia y valentía de Ulises, le concede un zurrón que contiene todos los vientos, excepto el viento del oeste, para ayudarlo a llegar a Ítaca. Con el viento favorable, Ulises y sus hombres navegan durante varios días, pero cuando se acercan a Ítaca, la tripulación curiosa abre el zurrón, liberando todos los vientos y desviando el barco de su rumbo original.

En las últimas semanas, parece que la economía y los datos de crecimiento mejoran en China, Europa y EEUU. La sensación de una recesión inminente se aleja, y aunque hay indicadores que siguen en zona de alerta (la inversión de la curva, los “Leading Indicators”…), cada día parece que el fin de la política de Covid-0 en China, y la mejor situación económica Europea van a librar este primer punto de partido.

Sin embargo, la gran pregunta del mercado se centra en si la inflación, pegajosa, más alta de lo esperado por estas fechas, logrará tentar a los bancos centrales a subir tipos con mayor fortaleza, abriendo el zurrón de los vientos desfavorables.

En las últimas reuniones de Powell y Lagarde, los mensajes fueron claros, pero el mercado no reaccionó de primeras a sus palabras: los tipos tendrán que seguir subiendo. Tan solo después de los datos de payrolls, ventas retail y de inflación, el mercado comenzó a descontar que los tipos seguirán altos durante más tiempo. La recesión se aleja, y las bajadas no son inminentes. Aunque baje la inflación, en el corto plazo, el camino está trazado.
Hasta ahora, y en las últimas semanas, los activos de riesgo se han ido comportando de forma más o menos positiva, sin movimientos exacerbados, con caídas en primas de riesgo, con unos spreads de crédito contenidos, y con una volatilidad a la baja.

La gran duda es si de aquí a las reuniones de junio, habrá cambiado algo en el juego macroeconómico para evitar que sigan los tipos al alza tras el verano. Mientras tanto, seguirá corriendo el reloj del endurecimiento financiero, que termina afectando a la economía real con un cierto decalaje. ¿Podrán los tipos altos frenar el crecimiento internacional? ¿Podrán ralentizar el mercado laboral y los incrementos de salarios? ¿Se podrá controlar la economía sin seguir presionando los márgenes empresariales? ¿Qué ocurrirá con la demanda en un escenario con exceso de ahorro, pero tipos al alza? ¿Cómo evolucionarán los precios de un mercado hipotecario que ha sufrido uno de los mayores parones de los últimos años?
En definitiva, ¿cómo terminará afectando económicamente la subida más rápida y agresiva de los bancos centrales de las últimas décadas? En la historia hay pocos ejemplos de endurecimiento financiero con final feliz.

Y estando tan cerca de las costas de Itaca, ¿qué sucederá si la tripulación es tentada para abrir el zurrón de tipos más altos? Como Ulises, debemos recordar que la paciencia, la perseverancia, la sabiduría y una buena dosis de valentía pueden llevarnos a casa, incluso en los tiempos más inciertos.

 

 

Informe Mensual Marzo 2023