- 13/01/2025
- By Natalia Iglesias
- Informes mensuales
- Estados Unidos
¿Cómo han cerrado los mercados el año?
I do, said Scrooge. «Merry Christmas! what right have you to be merry? A Christmas Carol. Dickens 1843.
Lejos de encontrar un mercado plácido, con el siempre esperado “rally de navidad”, este año, como en la novela de Dickens, nos ha visitado el fantasma de las navidades pasadas en forma de tipos más altos y expectativas de menores bajadas. Y es que, tras la última reunión de la Reserva Federal del día 18 de diciembre, las bolsas cayeron con fuerza; el S&P 500 por ejemplo, caía un 2,95%, lo que supone el 2º peor día del año para el índice de referencia mundial.
Powell reaccionando a unas buenas cifras de crecimiento y a una inflación que no termina de caer, (2,7% la general, 3,3% la subyacente, 2,8% la Core PCE), pone en duda mayores bajadas para 2025 por lo que el nivel actual del 4,50% parece alto en comparación con lo que se esperaba hace unos meses, donde incluso se llegó a cotizar el nivel del 3% tras los malos datos de empleo de agosto. Entonces el 10 años americano cotizaba ciertos miedos de recesión, en el 3,60% y, ahora, cierra el año casi 100 puntos básicos por encima y con un fuerte empinamiento de la curva. Los bonos a 30 años cierran el año en el nivel más alto del período con unos tipos cercanos al 4,80%.
Este movimiento al alza de tipos amenaza con dañar de nuevo a las bolsas (como ya lo hiciera el fantasma de las navidades de 2018 y del 2022) con el condicionante de que las valoraciones vuelven a niveles elevados. La valoración del índice S&P 500 vuelve a rondar los 22 veces beneficios esperados para los próximos 12 meses, que ya de por sí se esperan elevados.
Un ejemplo de lo ocurrido en esta última parte del año, y que podríamos extrapolar a la bolsa americana, ha sido el alza de cotización de Tesla, que sube con fuerza tras la victoria de Donald Trump (recordemos que Elon Musk es su presidente y máximo accionista y, además, será miembro del gabinete del gobierno Trump 2.0). La acción, desde el 5 de noviembre sube, nada más y nada menos, que un ¡90%!, aunque el día de la reunión de la Fed terminaba cayendo un 8% y arrastrando a la baja al valor hasta un -16% en esos últimos días de diciembre. Aun así, el conjunto de las FANG/7 Magníficas seguían cerrando un buen mes, con Alphabet subiendo un 12% tras el anuncio de mejoras en sus ordenadores de computación cuántica. Algo que nadie sabe lo que es, pero que promete una capacidad computacional muy por encima de nada que se conozca hasta el momento. De nuevo son expectativas elevadas, que tendrán que refrendarse en el futuro.
Esta excepcionalidad de las grandes compañías americanas ha llevado a rentabilidades muy fuertes y que presentan fuertes contrastes con las de otras zonas geográficas como las europeas. Así, el S&P 500 termina el año con un +23,31% frente al 8,28% del Eurostoxx 50 o el +5,98% del Stoxx 600. Si a esto le añadimos, además, la fortaleza del dólar, tenemos un cóctel perfecto para aupar los activos en EE.UU. El índice S&P 500, medido en euros, sube un +31,83%.
A partir de ahora y, a la espera de la “coronación” de Trump el 20 de enero, el mercado volverá a centrarse en los tipos del bono americano y los resultados empresariales. Veremos si las compañías europeas sorprenden al alza a un mercado algo pesimista con nuestra región, donde se espera menor crecimiento, contagio de la crisis china, menores tipos de interés y mayor afectación por las políticas de aranceles de EEUU.
Por desgracia, no contamos con la visita del fantasma de las navidades futuras, como en el cuento de Dickens, pero esperamos estar preparados para enfrentar los desafíos que vendrán en los próximos meses.