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Nuevos máximos tras la victoria de Trump

Las elecciones de EEUU acaparan todos los titulares. Todo gira en torno a Trump

Durante el mes de octubre, las sensaciones, las conversaciones y los movimientos del mercado han estado muy relacionadas con las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. En general, y aunque ahora juguemos con la ventaja de conocer el resultado, podemos decir que las bolsas, los bonos y el dólar se habían ido moviendo con cierta anticipación a una vitoria de Donald Trump.

Su victoria, contundente, refrenda en un primer momento estas dinámicas; las bolsas norteamericanas suben, sobre todo empujadas por las pequeñas empresas (bajadas de impuestos), suben bancos (desregulación), caen renovables (“drill baby drill”), se aprecia el dólar, y suben las yields de los bonos, al descontar una mayor inflación futura por el uso de tarifas, caen emergentes, el peso mejicano, etc.

La circunstancia de que Trump haya “barrido” a los demócratas y se haga con el control de ambas cámaras legislativas deja el camino libre para la aplicación de sus políticas. Se abre a continuación una pausa de unas semanas hasta la toma de posesión, pero a comienzos de 2025 deberíamos de comenzar a ver algunos de los frutos de esta mayoría parlamentaria, como las prometidas bajadas de impuestos, financiadas con tarifas y con la eficiencia de gasto público prometida por Elon Musk, porque si no, el déficit público seguiría desbocado y podría provocar dudas sobre la financiación del Tesoro norteamericano.

Tras estos primeros días de shock para algunos, hay demasiada unanimidad en las expectativas del mercado; el mensaje es demasiado uniforme, las políticas de Trump serán expansivas y provocarán repuntes de inflación y fortaleza del dólar. El consenso es que el «América First” hará sufrir a las bolsas europeas vía tarifas, y así vimos como la reacción del primer día fue de subida del S&P 500 de un +2,53% mientras que el Eurostoxx 50 caía un -1,43%.

Sin embargo, alejándonos del acervo común, creemos que a partir de ahora podríamos ver algunas situaciones positivas para nuestro continente; principalmente la conclusión del conflicto bélico con Rusia ya sea por un acuerdo real, o por el recorte de financiación obligado por Trump, que provocará una mejora de la confianza empresarial en Alemania, si lleva además aparejada un menor coste energético para la eurozona. También las anunciadas medidas de estímulo en China podrían terminar filtrándose a uno de sus principales socios comerciales: Europa revirtiendo algo que en los últimos meses ha afectado para mal, con fuertes caídas de estimaciones de beneficios en el sector de autos y de lujo, con mucha dependencia del consumidor chino, al que los europeos, no se nos olvide, también hemos impuesto tarifas.

Mientras tanto, y ya dejando a un lado la política, los últimos datos macro están saliendo razonablemente bien, aunque quizá un poco distorsionados por los huracanes en EE.UU. El crecimiento del PIB en EE.UU. ha sido del 2,8%, los servicios siguen tirando con fuerza, y ya no se habla ni de recesión, ni siquiera de aterrizaje suave. Eso sí, los datos de inflación han bajado lo suficiente como para que Powell y Lagarde vuelvan a bajar los tipos, seguimos teniendo a los bancos centrales a nuestro favor, aunque dada la fortaleza económica quizá no los bajen tanto como se esperaba hace unos meses. Las expectativas van y vienen con bastante intensidad, y esto provoca movimientos en los bonos, empinamiento de curvas, y cambios sectoriales en las bolsas, financieras frente a “bond proxies” principalmente.

Finalizando ya la temporada de resultados, más positiva en EE.UU. que en Europa, y solventadas las elecciones, nos adentramos en la época de mayores ventas del año, el día de acción de gracias en EEUU, el día del soltero en China y las Navidades en occidente. Nada parece presagiar una mala temporada, así que salvo shocks externos (¿volverán los Bond Vigilantes?), deberíamos tener un cierre de año tranquilo.

Informe mensual noviembre 2024