- 04/02/2021
- By welzia
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Activismo Retail
Los días pasan muy lentos y los meses pasan muy rápido. Cuando echamos la vista atrás, parece como si lo sucedido en enero hubiera pasado hace un siglo, y es que la vida y los mercados se mueven a un ritmo vertiginoso.
Aunque nos pueda parecer lejano, el mes de enero nos ha dejado la toma de posesión del cuadragésimo sexto presidente americano, Joe Biden, con ventaja en el senado tras las elecciones de Georgia; no sin antes haberse producido, allá por el día de reyes, el bochornoso espectáculo de la toma del capitolio por parte de manifestantes radicales, seguidores de Donald Trump. Un epitafio terrible, que borra del panorama político a Trump, y como hemos visto, también de las distintas redes sociales, con todas las consecuencias.
Un comienzo de año que ha estado marcado por el Covid y por las vacunas, por el incremento de casos por un lado y por la progresiva implementación de los programas de vacunación. Y, el mercado, se ha movido por momentos, entre la euforia y la desesperación, en función de los titulares sobre los retrasos de vacunación en la Unión Europea, y las luchas legales con las farmacéuticas para asegurar el suministro para una región en la que viven más de 400 millones de habitantes. Como horizonte esperanzador, tenemos la evolución de los países donde la vacunación está más avanzada, Israel principalmente y Estados Unidos y Reino Unido por otra parte. Es pronto aún para sacar conclusiones definitivas, pero parece que las hospitalizaciones y los casos más graves se reducen. Esperemos que así sea.
Otra de las claves del mes ha sido la evolución de los bonos, donde hemos visto repuntes de tipos en los plazos largos de la curva americana, donde el “Treasury” (el tipo del bono a diez años) llegó a alcanzar niveles cercanos al 1,20%. La subida de expectativas de inflación, el mayor crecimiento previsto, tipos muy bajos, y algún desafortunado comentario sobre el fin de los programas de compras, por parte de un miembro de la reserva federal, provocó el empinamiento de la curva, que tuvo su impacto en una fuerte rotación sectorial. Lo que se conoce como “reflación”, subieron sobre todo bancos y otros sectores más value, con un comportamiento más modesto de algunos sectores más defensivos o bond proxies. Sin embargo, las dudas sobre el ritmo de vacunación deshacen parte de este movimiento y arrastran las bolsas a terreno negativo, arrojando ligeras pérdidas. El Eurostoxx finaliza con caídas del -2% y el S&P 500 finaliza con un -1,11%. Destaca el movimiento de las pequeñas empresas, el Russell 2.000 (índice de small americano) que sube un 5% en el mes.
Un período en el que hemos ido conociendo los resultados del último trimestre, de las principales compañías que conforman los índices. En líneas generales, los resultados están siendo buenos, sorprendiendo incluso las expectativas de los analistas. Sin embargo, el flojo comportamiento bursátil de las compañías tras la publicación, parece indicar que buena parte de estas expectativas estaban ya en precio.
Y, si algo ha definido el final de mes, ha sido el increíble movimiento de un grupo coordinado de inversores minoristas que, poniendo el foco en compañías pequeñas y con mucho peso de inversores cortos, (en su mayoría Hedge Funds de renombre) han conseguido forzar cierres de estas posiciones, provocando a su vez un movimiento de retroalimentación que ha llevado a compañías que cotizaban con precios de 20 a 500 dólares por acción. Hablamos de ello y explicamos con detalle lo sucedido en el tema del mes.
Como suele suceder en estas ocasiones, el dinero ganado rápido, rápido se pierde. Las cotizaciones vuelven a su cauce en estos últimos días, dejando sin duda algún que otro drama por el camino. Y la sensación de que las cosas pasan muy deprisa.